Extra-Ordinario reflexiona sobre el trabajo académico precario en la educación artística desde ópticas variadas. A partir de la teoría, el activismo y la
experiencia individual y colectiva, se analizan las condiciones socioeconómicas y pedagógicas en el mundo universitario, que se unen a circunstancias ya debilitadas para la práctica creativa en todas las disciplinas. El desmoronamiento de las comunidades de conocimiento ya se entiende entenderse como una política institucional deliberada. Esto se combina con el menosprecio a la mentoría, que reduce el diálogo entre docentes y estudiantes a una relación de intercambio cronometrado y monetizado.